Crónica de un Rodaje Relámpago
Madrid, 29 de agosto de 2022
Daniel Rabal Davidov
El Diablo en el Cuerpo
“Una película realizada por Daniel Rabal Davidov, Pedro Otero y Tabu Vivar en una conjunción de voluntad, esfuerzo y pasión.”
Carmen Echanove (Marta) y Daniel Rabal Davidov (Ramón)
Esta semana tuvo lugar el rodaje de “El Diablo en el Cuerpo”, el cortometraje que tengo el placer y el honor de realizar junto a Pedro Otero y Tabu Vivar. Tengo el honor de ser el guionista de este proyecto emocionante. Pedro Otero, lleno de talento y visión es el director de fotografía, creando una estética sublime. Tabu Vivar, lleno de ímpetu y una profesionalidad poco común, es el productor. La productora: Tabu Films. El lugar de rodaje es Villahoz, que será parte esencial de la película, como un elemento vivo de la poesía de la narración.
Estuvimos acompañados, arropados y bendecidos por el equipo más talentoso y magnífico, tanto profesional como en calidad humana que se pueda soñar:
Marina Azores llevó a cabo una bellísima y cuidada dirección de arte.
Megan Wragg fue la responsable del precioso vestuario y maquillaje, dando un tono elegante y bello al conjunto.
Adrián Suchowolski se encargó del sonido y nos honrará con su música y su talento.
La película la protagoniza con todo su saber hacer, su arte y su talento la magnífica Carmen Echanove en el papel de Marta, ofreciendo una interpretación viva y llena de emoción. Yo, Daniel Rabal Davidov, la acompaño en el protagonista masculino metiéndome en el papel de Ramón. Tabu Vivar interpreta a Enrique. La también magnífica y talentosísima Lula Sáez nos regala su bella interpretación de Lucía. El maravilloso Álvaro Lerma nos otorga su elegante interpretación poniéndose en la piel de Pablo.
Contamos además con un nutrido grupo de maravillosos y maravillosas figurantes que llevaron a la perfección su trabajo. Además tuvimos el honor de colaborar con la profesionalidad y el rigor de la Asociación Sancho de Beurko para recrear las escenas de batalla y el ambiente militar.
Gracias a todo el equipo por vuestro talento, vuestro cariño y vuestra profesionalidad. Es un honor colaborar con vosotros.
Y, sobre todo, es un placer.
Deseando que pronto todos podáis disfrutar de “El Diablo en el Cuerpo”, os dejo algunas imágenes del rodaje, una sinopsis y una breve crónica de estos pasados días. Pronto, mucho más.
¡Pasión!
DRD
SINOPSIS
El Diablo en el Cuerpo es una adaptación libre de la novela Le diable au corps, de Raymond Radiguet, publicada en 1923.
“En una España sumida en plena Guerra Civil, el amor adúltero entre un joven aristócrata y la esposa de un oficial del Bando Nacional se adentrará como una flecha en llamas en los ligámenes que unen a una pequeña población que vive un momento de pausa en una guerra que parece no tener fin. Las emociones, los sentimientos, esos fantasmas que parecen salidos de un tiempo cercano pero para ellos ya perdido en la lejanía de sus existencias, les revolverán el espíritu y las entrañas, pero también les harán sentirse vivos realmente. Individuos con pasiones y existencias con valor propio, sueños propios, emociones propias, no solo instrumentos en la mecánica de la guerra.
Una historia de pasión, odio y rivalidad... con el fantasma de una sociedad a punto de morir revoloteando como una mariposa moribunda sobre todos y cada uno de los habitantes de esta pequeña población a punto de ser conmocionada por el escándalo y la tragedia."
CRÓNICA DEL RODAJE
Pedro Otero (con maestría ante la cámara) y Carmen Echanove
Lo llamo rodaje relámpago porque llegamos como un relámpago. Entramos en Villahoz el martes 23 de agosto de 2022 llenos de emoción, vitalidad y ganas de lanzarnos, cual escuadrón militar, a la conquista de nuestros objetivos. Tabu Vivar había preparado, en un ejercicio de brillante producción, el terreno para un desarrollo perfecto de los acontecimientos. El equipo era inmejorable: jóvenes llenos de inquietudes, sueños, inteligencia y ganas de crear, ante todo crear: algo bello, algo con significado, algo que fuese más que una película, poesía tal vez.
Subimos, nada más llegar, a la primera localización. Ahí nos esperaba, mientras preparábamos todo, el Canal 8 de noticias de Burgos (https://www.youtube.com/watch?v=I-UegcGSbT4&t=1002s -minuto 14:30 del enlace). Realizamos la primera entrevista, todavía con la primera emoción de la llegada, y acto seguido empezó la campaña. Rodamos, marchamos a preparar lo del día siguiente y descansamos. El miércoles comenzó el rodaje relámpago, como me gustó bautizarlo por su ritmo eléctrico, voraz y lleno de pasión e ímpetu. De ahí en adelante fue un no parar. Aquel día, a última hora de la tarde, rodamos una escena exterior, en el campo, y a lo lejos, como en un simbolismo poético muy propio de la creación, comenzaron a sonar truenos y los rayos y relámpagos caían como lluvia de luz sobre el horizonte, sobre las montañas, sobre el iris encendido de los ojos.
En rodaje, Pedro Otero, Daniel Rabal Davidov, Adrián Suchowolski, Megan Wragg, Marina Azores.
El viento agitaba nuestros cabellos y, no frente a ellos, sino acompañados por los elementos y su bello simbolismo, seguimos adelante grabando hasta que sentimos que teníamos lo que habíamos ido a buscar.
Lula Sáez (Lucía)
El jueves rodamos algunas de las escenas de mayor carga emocional, y el propio rodaje estuvo lleno de emociones. Fue el día del inevitable imprevisto que en todo rodaje se da. Pero juntos, en equipo y certero cada cual en su cometido, unidos por la creencia en el arte y la amistad, logramos hacer frente a las circunstancias y utilizar dichos imprevistos en nuestro favor. El viernes comenzó con una escena bélica. Se unieron a nosotros, llegados desde el País Vasco, los miembros de la Asociación Sancho de Beurko.
Tabu Vivar (Enrique) y los miembros de la Asociación Sancho de Beurko.
Tras la batalla compartimos juntos historias diversas, anécdotas y amistad. Hablamos algo de mi ancestro, Tomás de Zumalacárregui (hermano de una tatarabuela mía) y hablamos de literatura y cine. Durante la grabación, vinieron a entrevistarnos y tomar declaraciones los periodistas de El Diario de Burgos, con quienes compartimos conversaciones sobre la poesía viva del cine, sobre el Neorrealismo Italiano, y sobre tantas otras cosas.
Tras la comida, llegó el momento álgido, más terrible, brillante y furioso del relámpago. Rodamos una secuencia larga y de alta carga emocional acompañados de un nutrido grupo de figurantes. Cada cual hizo frente a su tarea con maestría. Solo así se consigue el éxito cuando la empresa es grande. Debo hacer notar el trabajo de cada cual: Megan Wragg, firme, constante e impoluta en su trabajo con las decenas de participantes. Marina Azores, atenta en todo momento a cada detalle en escena, sin perder de ojo ni un solo instante la perfección. Adrián Suchowolski, con su asombrosa capacidad de mantener el tipo ante cualquier imprevisto y encontrar soluciones. Con su perfeccionismo que se agradece tanto en estos casos. Los actores: Carmen Echanove, que tan pronto acababa de rodar con maestría sus escenas (Carmen siempre está acertada y da en el clavo a la primera) iba a organizar a los grupos de personas y ayudar en todo aquello que podía. Lula Sáez, atenta a todo y a todos y precisa y emocionante en sus escenas. Álvaro Lerma, que fue impoluto en su trabajo. Tabu Vivar, que además de vivir todos los entresijos de la producción y deber coordinar tantas personas, fue capaz de ofrecer una magnífica interpretación. Yo mismo tuve uno de los días más intensos emocionalmente como actor y más llenos de trabajo en todos los campos. Un trabajo que ilusiona y vigoriza. Y Pedro Otero, a la cámara, tuvo que dar, y dio con fuerza, esmero, perfeccionismo y constancia inalterada ante cualquier circunstancia (prefiriendo ante cualquier otra opción más sencilla la belleza y la perfección) el do de pecho, llegando a grabar hasta 60 planos aquella tarde. Una jornada que empezó a las 7:30 de la mañana y terminó a las 23:00. Luego mantuvimos el equipo una larga tertulia sobre filosofía hasta las 4:00 y a las 9:00 del día siguiente el relámpago continuaba su camino.
Terminamos el sábado a eso de las tres de la tarde, tras un bellísimo monólogo de Carmen en la sublime iglesia de Villahoz.
Volvimos a la noche a Madrid y el cielo iluminaba con su claridad y sus estrellas todo el camino que separa Castilla de nuestras casas.
Fue una semana bella, intensa y, para mí y creo que para todos, memorable y única. Para mí el rodaje fue y es una obra de arte en sí mismo. Poesía en acción. Confío en que hemos atrapado el tiempo (como dice Tarkovski) y hemos capturado ese relámpago para ofrecéroslo muy pronto en pantalla.
¡PASIÓN! Siempre,
Daniel Rabal Davidov
Diario de Burgos (Sábado 28 de agosto de 2022)
Carmen Echanove y Daniel Rabal Davidov